jueves, 22 de diciembre de 2016

Belleza

  • Inténtalo de nuevo.
  • No sé qué más hacer. La he mirado, la he olido, la he tocado y si pudiera escucharla, ¡Lo haría! Pero no sé qué más puedo hacer con la dichosa margarita.
  • Dices que la belleza reside en ella, en las flores en general. Yo te he dado lo que has pedido, te daré todo lo que pidas. Lo único que tienes que hacer es decirme qué es la belleza. ¿Dónde está? ¿Por qué sabes que existe? ¿Es real? ¿Hasta qué punto puede ser real? ¿Existe? ¿Puedes tocarla?
  • ¡Basta de tantas preguntas! Me va a estallar la cabeza, necesito que me ayudes, no que me confundas.
  • Te estoy ayudando, estoy formulando preguntas, preguntas que nos llevan a respuestas. Preguntas que nos confunden, ¿Estás confundida ahora mismo? ¿Sabes cómo has llegado hasta aquí? Estoy aquí porque tú me lo has pedido, porque necesitabas saber, conocer. Ansías respuestas pero, la respuesta no es lo importante, lo que verdaderamente importa son las preguntas. Cuando formulas las preguntas adecuadas, las respuestas vienen solas. Concéntrate, ¿Cuál es la pregunta que buscas?
  • No sé exactamente lo que estoy buscando…
  • Sí lo sabes, pero no puedes explicarlo. No encuentras las palabras porque no las hay, no hay nada que pueda explicar la belleza porque no hay nada que pueda compararse. Cuando la alcanzas desaparecen las preguntas, no sabes como pero todo empieza a tener sentido. La belleza está aquí, ahora, con nosotros. Está en tu mente, está a tu alrededor…pero muy pocos son conscientes de ello. Estás muy cerca, pero tienes que romper tus cadenas.
  • ¿Romper mis cadenas?
  • ¡Claro niña! ¿Pensabas que sería fácil? ¿Qué te lo servirían en una bandeja de plata con té y unos pasteles? ¡Es difícil! A nadie le interesa que una mente sea tan libre. Las mentes libres son peligrosas, niña. Son peligrosas por su astucia, sus capacidades, todos los límites son quebrantables ante ellas. Eso es a lo que verdaderamente tú aspiras, la gran aspiración de los humanos. No obstante, quedan muchas cadenas por romper. Todo lo que nos rodea nos oprime: tus oídos, tus ojos, tus manos… todo en ti está diseñado para que no lo consigas. Pero siempre hay un fallo, un límite, una regla que podemos romper. Encuentra aquello que no encaja en tu mente, que nunca ha encajado y que siempre ha estado ahí, clavado como una astilla. Somos seres increíbles, capaces de hacer cosas inimaginables, pero para ello tienes que separarte de tu cuerpo, es una de los grandes problemas que tenemos. Deja de oler, deja de tocar y deja de ver. No te guíes con los sentidos, lo único que hacen es confundirte. Deja que tu mente sea libre. No tiene nada que ver con las flores, niña. Ni contigo, ni conmigo, se trata de algo que simplemente, es. En este momento tus ojos son los que te están cegando. Ciérralos. Solo entonces, las preguntas irán cobrando sentido y las respuestas serán innecesarias.

1 comentario:

  1. Lo entiendes a la perfección y sugieres un tema muy interesante para el proyecto trimestral: ¿Quién ganaría un concurso de belleza platónico?

    ResponderEliminar