viernes, 16 de marzo de 2018

La magia de la herencia

En estas dos piezas nos encontramos con imágenes que contrastan los aspectos más representativos de la vida de las personas según la familia en la que nazcan.

Por un lado, tenemos a una persona vestida común a los ciudadanos y que sujeta un cartel con el apellido Pérez. Esto representa que la persona es de clase obrera, y que sus hijos y sus nietos también lo serán, ya que existen muy pocas posibilidades de convertirse en personas privilegiadas. Alrededor hay fotos que representan la vida de la clase obrera, personas con una vuda sencilla y humilde.

Por otro lado, tenemos el caso contrario: una imagen con una persona vestida formal y que sujeta un cartel con el apellido Burns. Observamos a alguien que forma parte de la minoría privilegiada, cuyos hijos y nietos permanecerán en el mismo círculo y no tendrán que preocuparse por tener deudas o llegar a fin de mes. Alrededor nos encontramos fotos que representan la vida de la clase privilegiada, personas con una vida fácil y que tienen todo al alcance de su mano.

Con este proyecto hemos querido reflejar la realidad, manifestar nuestra disconformidad con la división de clases y exigir cambios, que son necesarios para mejorar, para crear una sociedad equilibrada e igualitaria.



Trabajo realizado por:
  • Rocío Ruiz
  • Natalia Mañosas
  • Mª del Mar Ferrer

1 comentario:

  1. “No se expulsa sin violencia a un campesino de su tierra y el historiador puede recopilar un catálogo indefinido de experiencias al respecto; pero una vez que se ha expulsado al campesino de su tierra, unas cuantas generaciones después, ninguno de sus nietos sentirá que se le hace violencia por hacerle nacer en Glasgow (…) El tema ya no es, por tanto, la violencia que se ejerce sobre el obrero – que ahora aparenta ser libre – sino la violencia en la que consiste el hecho mismo de ser obrero (…) La cuestión es que el hecho mismo de que haya obreros es un hecho violento. Incluso en el caso de que se trate de los obreros mejor tratados del mundo “ (Carlos Fernández Liria. El orden de El Capital)
    Buen trabajo

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